Asegurar un óptimo crecimiento de los niños, atendiendo diferentes facetas relativas a su salud, como son: el crecimiento, la nutrición, el desarrollo psicomotor, la inmunización y la prevención de enfermedades, el desarrollo de aptitudes y habilidades de lenguaje, así como todo lo referente a las condiciones del entorno (físico, social, psicológico) para garantizar su correcto desarrollo.